domingo, 18 de mayo de 2008


La ausencia del ser, tu ausencia.
Si amamos terrenalmente
y a la vez nos elevamos a lo pasional,
que es casi inconmensurable con lo real,
que toca lo fantástico,
que a veces llega a lo más alto
para luego descender en caída libre.
Y en el descenso se vuelve flor,
luego en pétalos
y en el último minuto sufre,
se transforma,
se convierte en gota,
en lágrima.
Al estallar contra el suelo se vuelve grito
y ya inmóvil,
en sensación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues entonces mi mente,
tuvo razón.
Mi memoria no
miente.
Yo lo leí en papel y me
resultó aún mejor.

porra dijo...

en general escribiria algo estupido.. pero no quiero arruinar la seguidilla lirica... (decidi no poner acentos hoy)..

igual me parece que lo que escribi es muy estupido.